El objetivo del encuentro
Todo lo vivo está en relación, en interacción constante, por lo que la comunicación es inevitable.
Más aún; como ha demostrado la Neurociencia, la arquitectura cerebral se construye en función de nuestras relaciones. Y la relación terapeuta-paciente es, precisamente, el territorio sobre el que asienta el proceso de cambio y crecimiento personal que emana de la terapia.
¿Qué es la relación terapéutica y cuál es su lugar dentro de la yogaterapia?
Con las herramientas que el yoga nos ofrece se pueden activar los recursos psicobiológicos específicos que llevarán a la persona a experimentar una serie de cambios internos y externos destinados a alcanzar un mayor bienestar.
La relación terapéutica crea un marco/vínculo en el que puede llevarse a cabo esa transformación, facilitando una base segura sobre la que sostenerse, para poder entrar en contacto con los procesos internos asociados a experiencias dolorosas o zona sombrías o no conscientes.
No es lo que hacemos al paciente, sino cómo responde él a lo que le hacemos. Si somos capaces de dar espacio a esta experiencia, acompañarla, acogerla sin juicio, contenerla y ponernos a disposición en presencia, estaremos preparados para que la transformación también se dé en nosotros.
“No hay terapia sin contacto profundo” (Erskine, 1993), por lo que después de una relación terapéutica con auténtica interacción ninguna de las partes quedará igual.
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